“A veces los dilemas más enredados dejan de ser dilemas cuando se ven desde la perspectiva sistémica”
La Quinta Disciplina, Peter Senge, Granica 1999 Barcelona, España.

 

“Identificar, entender y gestionar los procesos interrelacionados como un sistema, contribuye a la eficacia y eficiencia de una organización en el logro de sus objetivos”.
Normas ISO 9004/2000

 

Es evidente que gestionar una organización con visión sistémica no es lo más común, es más, es difícil encontrar gestiones que miren la organización como un sistema vivo, un organismo.

Gestionar la organización desde los procesos, como dice la norma ISO 9001:2000, significa precisamente considerar la organización sistémicamente cuyos procesos que conforman la cadena de valor, interactúan armónicamente entre sí como un sistema, cuerpo vivo u organismo, la cual tiene autonomía pero interactúa con el medio, llámese clientes, proveedores, mercado interno, mercado externo, gobierno, sociedad, etc.

Este fenómeno de no mirar la empresa como un sistema provoca innumerables inconvenientes para diagnosticar los problemas cuyas consecuencias influyen negativamente en los resultados de las organizaciones.

Es común escuchar a dirigentes de diferentes niveles y actividades decir este tipo de afirmaciones:

  • “Si solucionáramos el problema de compras, esta empresa sería exitosa”.
  • “Nuestro problema está en el área industrial, lo demás no me preocupa”.
  • “El verdadero punto débil de nuestra organización está en los rr hh”.
  • “Nuestro gran problema es la falta de tecnología, el resto funciona perfectamente”.

Así podríamos señalar infinidad de frases que revelan una gestión, un estilo de administración que analiza su organización parcialmente, en otras palabras, sin tener una visión global de la empresa, sin mirarla como un sistema, lo que podríamos calificar como “miopía sistémica”.

Por fortuna los médicos están acostumbrados a mirar a sus pacientes como un “sistema vivo” cuyos órganos funcionan armónicamente, con autonomía pero interactuando con el medio. Imaginemos a un médico diagnosticar un problema de salud de un paciente habiéndose concentrado en un único órgano, el que intuyó como generador del problema, sin analizar el resto de órganos, sistema sanguíneo, sistema nervioso, sistema óseo, etc. Nos asusta el solo hecho de pensarlo y sin embargo diagnosticar los problemas de una organización desde un único proceso lo vemos con total naturalidad y asentimiento.

La gran mayoría de los problemas que generan fallas en las organizaciones son el producto de diversas causas de diferentes procesos, internos y externos, de manera que intentar soluciones parciales a problemas generales es un impedimento para el logro de los objetivos exitosos.

 

Ing. Ramón Arroyo
consultora@ramonarroyo.com.ar