En el actual mercado globalizado, no proponer ni proponernos aplicar conceptos logísticos es equivalente a renunciar a la posibilidad de disminución de los costos y consecuente a la mejora de la rentabilidad en lo que representa un 25% aproximadamente de los costos del producto.

Sólo a modo de recordatorio citamos el concepto de logística como: “Ciencia que estudia “el planeamiento, la implementación y el control del flujo (físico y de información) eficiente y económico de materias primas, materiales semielaborados y productos terminados, (incluyendo transporte y almacenamiento) desde el punto de consumo (cliente final), hasta el punto de origen (proveedores primarios), con el propósito de atender a las exigencias de los clientes”.

Al analizar y profundizar sobre este concepto y al extrapolarlo a cada organización, nos damos cuenta del potencial que estamos desperdiciando como así también del dinero que dejamos de ganar si no lo aplicamos.

La logística es la llave de muchos negocios. Tan real es esta afirmación que basta con observar el auge de empresas que basan su actividad en operaciones puramente logísticas, empresas que otrora eran de transporte hoy son sendos operadores logísticos que ofrecen un paquete completo de transporte multimodal, aparejado a la gestión total de la cadena de abastecimiento.

Esto no es casual, el mercado globalizado tal como se nos presenta, con “productos similares” de “empresas diferentes”, nos muestra que tal similitud se rompe al medir qué nivel de satisfacción tuvo el consumidor al comparar estos productos similares o servicios. Se observa que el cliente final es cada vez más exigente y no solamente pide que el producto le sirva para lo que fue hecho, sino que “quiere su producto o servicio también en tiempo y forma y a bajo costo”.

El constante crecimiento de la exigencia del consumidor, la complejidad al gestionar la cadena de abastecimiento y la necesidad de reducir costos aumentando los índices de productividad, nos inducen a agregarle valor al producto o servicio, en otras palabras, estamos obligados a mejorar continuamente la “atractive quality” (calidad atractiva) de los productos, lo que podemos lograr con ser logísticamente mejores que nuestros competidores.

Hoy en día tiene gran importancia la forma de aplicar logística en una organización, a diferencia de lo que se hacía unas décadas atrás.

En efecto, antes bastaba con realizar actividades logísticas en algunas áreas de la organización, de una manera fragmentada o aislada. Hoy el imperativo es que la visión logística de la empresa debe tener un “enfoque sistémico”, donde las actividades funcionales se realicen de una manera armoniosa e integrada. En esta etapa diremos que la organización cuenta con un “Sistema Logístico Integral”, donde la premisa es el “establecimiento de sociedades a largo plazo, entre todos los eslabones de la cadena de valor de la organización, obligándolas a planificar, implementar, controlar y actuar estratégicamente, incluyendo la logística como una función esencial más, en la gestión de la empresa.

 

Ing. Ramón Arroyo
consultora@ramonarroyo.com.ar

T. U. L. Martín Miguel Arroyo
martinarroyo@ramonarroyo.com.ar